10 diciembre 2008

Habemus casa

Los primeros días en Santiago han venido siendo bastante ajetreados porque es todo nuevo y hay algunas cosas que necesitan resolverse más o menos rápido. Por suerte en este caso el idioma no es un problema :) pero la moneda es distinta y también los precios. La moneda en Chile es el peso chileno (CLP) y el cambio aproximado es de 1 EUR ~ 850 CLP, aunque el cambio fluctúa bastante y de una semana a otra puede pasar de 750 a 850.

Parece que en el último año ha habido bastante inflacción. De hecho, es muy raro ver monedas de menos de 100 pesos (las hay de 1, 5, 10, 50, 100 y 500 pesos) y, para dar una idea, un billete de metro o bus en hora punta vale unos 450 pesos. Los billetes y monedas se pueden ver en esta página del Banco Central de Chile.

De momento nos alojamos temporalmente en un hotel en la zona de Las Condes que como ya dije en la entrada anterior es la zona financiera y de negocios en Santiago. Enormes rascacielos como los de la foto se ven por la zona más central, y sobre todo muchos coches y contaminación.




En esta semana y pico hemos salido a ver infinidad de casas por varias zonas de Santiago y finalmente encontramos una que nos gustaba en la comuna de Lo Barnechea, aunque después os cuento el culebrón. Santiago se organiza en comunas que son como barrios, cada una con su municipalidad (o ayuntamiento). Las comunas del noroeste son las más acomodadas lo cual las hace más tranquilas y seguras: Huechuraba, Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea, Providencia, La Reina... otras no parecen serlo tan tranquilas y seguras según me han advertido (aunque con un tiempo por aquí ya me voy a hacer una idea por mí mismo de cómo son las cosas). Otra ventaja del noroeste es que está situado más hacia la montaña y por tanto a mayor altitud, lo cual hace que la cantidad de contaminación se reduzca notablemente (ya se nota sólo respirando el aire).

Como os decía, hemos tenido bastantes problemas con la casa de Lo Barnechea. Resulta que a la dueña de la susodicha casa se le cantó que por narices necesitaba aval (no le bastaba copia de mi contrato de trabajo), así que como no conocemos a nadie en Santiago tuve que buscarlo debajo de las piedras (a uno de mis jefes que ni siquiera conocía). Total, que después de varios días poniendo pegas, y nosotros venga a presentar papeles y garantías, resulta que la muy hija de Colón (me estoy habituando a los insultos locales) ya tenía alquilada la casa a otra persona desde hacía tres días y no nos había dicho nada.... Ahí nos dimos cuenta que aquí en Santiago los pisos están en varias inmobiliarias a la vez, lo que significa que aunque tu inmobiliaria te prometa que la casa salió del mercado una vez que tú te decides a alquilarla, puede haber otras inmobiliarias que la siguen enseñando a otra gente. Bueno, vale... pero que nos lo hubiera dicho antes la cabrona...

Por suerte, habíamos visto otra casa similar en el mismo barrio (el de la foto), que aunque nos gustaba un poco menos y era un poco más cara (50.000 pesos más al mes), al final ha sido la solución. Además, en este caso la dueña parece simpática (la conocimos cuando fuimos a ver la casa, ya que ella estaba viviendo allí todavía), no nos ha puesto pegas y tampoco nos ha exigido aval. Así que después de tanto trapicheo por fin podemos decir... ¡Habemus casa!. Cuando nos mudemos rulará alguna foto.

6 comentarios:

eulez dijo...

¿50000 pesos? Si eso no son ni 100€, tío, si vas sobrao. Me alegro de que vayáis encontrando sitio, que eso siempre es complicado. ¿Tenéis coche? Porque por la pinta del sitio, parece que es imprescindible, no?

Franwerst dijo...

Bueno, son como 60 euros, que no es mucho, pero la otra casa nos gustaba más y valía 60 euros menos... pero bueno, lo importante es tener algo ya, y seguro que ya le vamos a coger cariño a la casa nueva.

Coche todavía no tenemos, pero será de las primeras cosas a mirar en Enero, ya que será imprescindible. El sitio está retirado, lo cual tiene sus ventajas, pero te hace coche-dependiente. De todas formas los autobuses en Santiago están siempre petadísimos, lo cual los hace bastante incómodos (muchas veces ni paran porque no cabe gente) y el metro no llega a todas partes. Pero ya hablaré en otra entrada sobre el transporte público.

Y ya sé lo que me vas a decir... ¡¡la bici!!.. bueno, ya iremos viendo qué se puede hacer. Aunque me parece que el acesso a la ciudad será sin más remedio en coche.

eulez dijo...

Jajaja.. pues mira, ya que lo mencionas... en Providencia, ahí al lado tuyo (o no?), acaban de abrir un servicio de alquiler público de bicis. Así que, ya sabes, iros Ale y tú a daros un paseo en bici por Santiago que yo os aplaudo desde aquí: Plas, plas, plas!

juliacgs dijo...

¡Feliz Navidad, Fran, desde el otro lado del charco!

Me alegro de que por fin tengáis casa, Fran, aunque no sea exactamente la que vosotros queríais y os salga un poco más cara... Eso siempre es una tranquilidad... Además, si la otra casera no era de fiar, mejor habérosla quitado de encima pronto...

Eso sí, empieza a pensarte de dónde vas a sacar la bici y como vas a ir al curro en ella, ¡que Pablo te tiene vigilao!

Que sepas que se echa de menos vuestra visita anual navideña... A veces, hasta resulta raro pensar en una Navidad sin que paséis por aquí...

Hale, síguenos contando, ¡¡¡que nos interesa!!!

Dabidovich! dijo...

Alegra saber de vuestros progresos. Espero que pronto estéis establecidos y empecemos a ver fotillos de las primeras excursiones de placer por los alrededores.

Abrazote!

Dabidovich! dijo...

Bueno, va siendo hora de que nos contéis más cosas.

Queremos historias franwerstrianas ya!!