18 junio 2006

¡Socorro!: Martes y 13

No... no es un grito desesperado pidiendo ayuda... se trata del sitio al que asisto a la escuela de verano organizada por NRAO, en Albuquerque/Socorro (Nuevo Mexico).

Digamos que todo comenzó un accidentado lunes 12 en el que un lío de vuelos casi me hace quedarme en casa compuesto y sin vuelo. Afortunadamente llegó el martes 13 más largo de mi vida que comenzó en Madrid bien temprano. Después de un ratazo de metro (línea cortada incluída) llegué a la flamante e interminable Terminal 4 del aeropuerto de Madrid/Barajas. Tras los controles oportunos (unos cuantos) para ir a EEUU, partió a eso de las 12 y media de la mañana el vuelo a Chicago O'Hare. El vuelo fue bastante tranquilo durante casi 9 horas. Por suerte conocí a un chico Español que iba para San Francisco, y entre charla y charla el viaje se hizo algo más corto.

Nada más despegar el avión que llevaba una cámara alojada en la parte superior del alerón de atrás, ocurrió algo que sólo puede pasar un martes y trece... un pájaro descompuesto volaba un poco más alto con tan mala suerte que después de descargar un torpedo mortal fue a colisonar con la webcam... para el que no me crea ahí va la prueba de ello.. (mancha oscura a la izquierda de la foto)... No duró mucho el regalito eso sí, porque al poco rato atravesamos una nube que a todos los efectos hizo de lavado automático y no quedó ni rastro...



Chicago parece una ciudad interesante y sobre todo enorme vista desde el avión. Lástima que sólo pude estar unas horas en el aeropuerto y no pude salir a echar un vistazo. Allí me encontré con el primer problema... ¿cómo demonios llamo a España?... el móvil no funcionaba porque no encontraba cobertura y después de intentarlo con más de 5 teléfonos públicos descubrí que no todos permiten llamadas internacionales. A la sexta fue la vencida y finalmente pude avisar de que había cruzado el charco sin incidencias. A eso de las 6 salía el vuelo para Albuquerque que tardaría otras tres horas más. Cogí el autobús que lleva directamente al campus de la universidad y allí tras dar unas vueltas encontré el alojamiento. La universidad es bastante peculiar: es un campus grande y los edificios tienen un estilo "mejicano" con paredes lisas de color anaranjado y bordes redondeados.

Asi que después de casi 2 horas de metro, 2 de espera en Barajas, casi 9 de vuelo, 3 de espera en Chicago, otras 3 de vuelo y una en Albuquerque (total ~ 20 h) me dí cuenta de que sólo eran las 10 de la noche y que si en semejante martes trece no tenté a la mala suerte, entonces ya estoy inmunizado de por vida... ;)