27 septiembre 2005

Flash - Argentina


Para chuparse los dedos

Este verano he cruzado por primera vez el inmenso Atlántico, y pisado por primera vez la lejana América. Lo cierto es que ya en el aeropuerto estaba emocionado porque era el viaje más largo que había hecho hasta el momento. Nada menos que 12 horas de avión, sumadas a las 5 horas de diferencia horaria también me harían sufrir mi primer jet-lag en condiciones. Y claro está, otro de los atractivos era el cambio de estación, que luego nos costó alguna que otra tos... Por supuesto la emoción de Ale era bien diferente, porque volvía a su tierra y con su familia después de varios meses en España. Así que partimos a eso de las 4 de la tarde de Madrid Barajas rumbo a la ciudad de Buenos Aires, donde no terminaba todavía el viaje. El vuelo fue tranquilo aunque reconozco que a mitad de camino me sentí un tanto extraño sabiendo que no había ni un pedacito de tierra en muchos kilómetros a la redonda bajo de nuestros pies. Pero bueno, para mí el suelo del avión era más que suficiente. Nos pusieron dos películas horribles y a la noche llegamos al "nuevo mundo".

Llegamos a medianoche a Buenos Aires y tras la primera impresión del pleno invierno agostero, cola en la aduana y a la salida nos esperaba la familia de Ale. Rapidamente nos metimos en el coche y comenzamos el largo viaje de otras 7-8 horas hasta Punta Alta. Una lástima que estuviera medio nublado porque no pude contemplar en todo su esplendor el cielo del hemisferio sur... Sin embargo paramos en una gasolinera a poner "nafta" y cual fue mi sorpresa al ver una máquina expendedora de "agua caliente para llenar el termo para el mate".... no me lo podía creer pero existen tales máquinas para rellenar el termo de agua calentita. Pero es que en Argentina el mate es el mate...

Ya una vez por Punta Alta estuvimos un par de días sin salir mucho de casa porque estábamos medio engripados por el cambio de estación y quizás el aire acondicionado del avión... Una tarde salimos a ver la playa de Punta Alta a la que la gente del lugar acostumbra a ir en invierno, al horario de después de la comida, para tomar mate... y algunos incluso se llevan la caña y pescan. Me sorprendió que hubiera una colonia de Flamencos que habitan en la zona, tranquilos imagino, por el hecho de estar en una zona poco transitada por el hombre. Lástima que estuvieran también lejos para sacarles una buena foto...

Flamencos en Punta Alta (2)


Al volver de la playa pasamos por el centro de la ciudad, y paramos en una tienda de helados, donde me comí el helado más grande que nunca jamás hubiera imaginado sobre un cucurucho... Era un helado de más de 5 sigma sin ningún género de duda... Y cómo no, de chocolate y dulce de leche... un buen pelotazo, la verdad... Lástima que de semejante cosa no tengo foto, pero en la próxima visita será una de las cosas que no faltará...

También salimos en otra oportunidad a Bahía Blanca que está cerca de Punta Alta. Allí hay un sitio de comidas que está muy bien, que se llama el Restaurante Víctor. Ese día descubrí lo que es el 'Matambre arrollado' que es un cierto corte de la vaca relleno de varias cosas (aquí teneis la receta...), y la milanesa de pollo que se salía del plato por los lados. También hay una librería bastante grande en la zona.

Otro día fuimos a un poblado cercano, en la costa, que se llama Pehuen-Co. Es una villa balnearia donde algunas personas viven todo el año, pero la mayoría de las casas están normalmente desocupadas y se ocupan sobre todo en temporada de playa. De camino a este lugar, nos topamos con otros animalillos también desconocidos para mí. Se trata de ñandús (las avestruces americanas)... paramos un momento del coche para sacar una foto, pero estos animalillos no se fian mucho y en cuanto me vieron salieron corriendo como posesos (¡y cómo corren!). Os animo a que encontreis los pixeles en la foto donde aparecen estos bichos...

ñandues

En Pehuen-Co hay casas de todos tipos... entre ellas hay una bastante curiosa, que se llama "La casa-barco" por razones obvias... Así que me saqué una foto a lo capitán Pescanova.

Casa Barco (2)

Pehuen-Co es un sitio que combina dos cosas que me gustaron mucho. Bosque y playa. El bosque estaba mojado porque había llovido ese día así que olía todo a verde y a húmedo, y la verdad es que era una sensación reconfortante. La playa era maravillosa. Inmensamente larga, de arena fina, me contaron que es posible entrar a más de 100 metros y todavía no cubre... Y lo que más me gustó es que no había apenas gente, así que me da que el sitio ideal para aquellos que aman el mar, para desconectar de todo por un buen rato...

Bosque Pehuen-Co

Playa Pehuen-co

Playa Pehuen-co (2)


Y hablando de relax, otra de mis aficiones que normalmente uso como desestresante (aunque por supuesto tiene otras innegables ventajas) es la cocina. Así que no me podía venir de Argentina sin alguna receta nueva. Aquí me podeis ver batallando con un pollo argentino, cuchillo en mano, que luego iria relleno de cosas variadas...

'Deshuesator'

Ahh, y otra cosa de la que no pude averiguar la receta (secreto, secreto) es de los pastelitos con los que una de las tías de Alejandra me sorprendió una mañana...

Chely-Pastelitos

Pero todo lo bueno se acaba, así que antes de que me quisiera dar cuenta ya estaba en un "colectivo" de vuelta a Buenos Aires... Allí ví algo que me llamó mucho la atención. La parada estaba cerca de un famoso hotel de cinco estrellas, un edificio enorme al que por lo visto acude gente con bastante dinero. Justo al cruzar la calle, una de las villas más pobres que he visto nunca... con chabolas, terreno sin asfaltar lleno de fango por la lluvia... y todo eso a 100 metros de la lujosa residencia. Lo cierto es que me impresionó el contraste y me parece que no debe ser algo poco común en Buenos Aires. Pero bueno, estas cosas suceden bien lejos de la playa de Pehuen-Co... Al final tomé mi avión y tuve la mala suerte de que me tocó un mostruito de 10 años en el asiento de atrás que no me dejó pegar ojo en todo el viaje... y también tuve la suerte de que una señora con más de 80 años que viajaba a mi lado me contara algunas cosas interesantes de Buenos Aires, incluso hasta la letra de algún tango... Y a la mañana siguiente, de nuevo en la vieja y conocida Europa, pero con un buen recuerdo de mi estancia en tierras argentinas, y para conmemorar dicho recuerdo, una caja de Fantochitos que me acompañará bastantes días... ñam ñam!

3 comentarios:

Dabidovich! dijo...

Ahhhhhhhhhhh
Por fin hay noticias del Chuttini en la tierra del choripan.
Muy bonitos los bosquecitos (relindos!), las playas... pero me quedo con la primera foto: pedazo de parrillada casera!Cómo se come en Argentina!Ese bifé de chorizo!Rebueno!¿Y qué tal con los suegros?Jejejeje, saludetes!

isaias dijo...

Pensé que habías dejado el blog tirado... y de pronto me paso y me encuentro una breve reseña de tus peripecias argentinas... ¡coño que puta envidia!

Quiero ir a argentina, con un poco de suerte me reciben bien en Baires... tal vez en algún otro sitio... pero habría que hablarlo.

saludos muyayiles,
el muyayo

DVDGC dijo...

Hello Franwerst, cuando leí esto aún estaba viviendo en España, y ya hace que me fuí. ¿Qué pasó? ¿olvidaste la clave?
Bueno espero que escribas algo prontito.
Saludos desde Irlanda.